El concept 360c de Volvo requiere una estandarización de seguridad universal para las comunicaciones en vehículos autónomos
Con el nuevo concept autónomo 360c, Volvo Cars aborda uno de los principales retos en torno a la introducción de la tecnología autónoma y reclama una nueva estandarización global en materia de comunicación entre vehículos autónomos y otros usuarios de la vía pública.
La conducción autónoma y la seguridad están estrechamente relacionadas, y esta tecnología tiene el potencial para conseguir la mejora más significativa en la seguridad vial desde que Volvo Cars inventó el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje en 1959.
Sin embargo, la tecnología autónoma se introducirá gradualmente, no de la noche a la mañana. Por consiguiente, los vehículos totalmente autónomos empezarán a circular en una situación de tráfico mixto en la que los vehículos sin conductor humano van a compartir la vía pública con otros usuarios.
En esa situación ya no será posible establecer contacto visual con el conductor y percibir sus intenciones, un elemento fundamental en la interacción vial cotidiana.
Como parte del desarrollo del 360c, los ingenieros de seguridad de Volvo Cars decidieron abordar el reto de establecer un medio de comunicación seguro entre los vehículos totalmente autónomos y los demás usuarios de la vía pública.
Además, estaba el objetivo de crear una norma de aplicación universal para que los otros usuarios de la vía pública no tuvieran que tener en cuenta el fabricante o la marca de cada vehículo autónomo.
El 360c soluciona este desafío con un sistema que incluye sonidos, colores, imágenes y movimientos exteriores, así como combinaciones de estas herramientas para comunicar las intenciones del vehículo a los otros usuarios. Esto significa que en todo momento queda claro lo que el vehículo va a hacer a continuación.
En este sentido, es crucial que el diseño de la tecnología de comunicación del 360c consiga que el vehículo indique sus intenciones a los demás usuarios de la vía pública, pero no les dé nunca indicaciones ni instrucciones.
«Estamos convencidos de que este método de comunicación tendría que ser una norma universal, de manera que todos los usuarios de la vía pública pudieran comunicarse fácilmente con cualquier vehículo autónomo, con independencia del fabricante», afirma Malin Ekholm, vicepresidenta del Centro de Seguridad de Volvo Cars. «Pero, al mismo tiempo, es importante que no demos instrucciones a los demás para evitar confusiones. Nuestras investigaciones demuestran que esta es la forma más segura para que los vehículos totalmente autónomos se comuniquen con otros usuarios de la vía pública».
El 360c representa la visión de Volvo Cars para un futuro de los desplazamientos que será autónomo, eléctrico, conectado y seguro y que puede permitir la entrada de Volvo Cars en nuevos mercados en crecimiento.
El concept presenta cuatro usos potenciales de los vehículos de conducción autónoma —un lugar donde dormir, una oficina móvil, un salón y un espacio para el entretenimiento— que reinventan la forma de viajar.
En cuanto al lugar para dormir, los ingenieros de seguridad de Volvo Cars también han estudiado el futuro de la tecnología de la seguridad y de qué forma la ubicación de los pasajeros podría influir en la seguridad. Una manta especial de seguridad en el lugar para dormir sirve para imaginar un sistema de sujeción futuro que funcione igual que el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje, pero se ajuste a las personas que van tumbadas.
El 360c también contempla nuevos grupos de consumidores potenciales para las actividades de la empresa y analiza las posibles consecuencias para el futuro del urbanismo, las infraestructuras y la huella medioambiental de la sociedad moderna.
Fuente: https://www.volvocars.com