Jardín del príncipe de Anglona
Podría decirse que este lugar es, casi, casi, un jardín secreto. Esto es una garantía de que, durante nuestra visita, no nos vamos a encontrar allí con demasiada gente. Diseñado y realizado en el siglo XVIII, este pequeño remanso de paz del centro de Madrid (apenas 500 metros cuadrados) fue propiedad de una familia noble de Madrid. Sin embargo, hoy pertenece al ayuntamiento de Madrid… por lo que podemos entrar todos.
Al Jardín del Príncipe de Anglona se accede por la calle del Príncipe de Anglona, en la parte de abajo de la plaza de la Paja y al lado de la calle Segovia. En cuanto al horario de visita del jardín (y si no queremos encontrarnos con la puerta cerrada) bueno será que sepamos que no siempre está abierto: en verano, de 10 de la mañana a 10 de la noche; en invierno, de 10 de la mañana a 6.30 de la tarde.
El jardín lleva la firma del francés paisajista Nicolás Chalmandrier, quien lo proyectó, allá por el año 1761, en un estilo neoclásico matizado con elementos típicos de los jardines hispano-árabes del viejo Al Andalus. Otro dato importante, es que tanto el jardín como la casa palaciega toman su nombre de Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Alfonso-Pimentel, príncipe de Anglona y marqués de Jabalquinto… y quien fuera pintado por Francisco de Goya.
Esta es una visita de sensaciones… y las sensaciones de esta visita comienza nada más atravesar el portalón de entrada. Desde ese mismo momento, el visitante se encuentra rodeado de frescor. Sumado a esto, la alta tapia y las celosías colocadas aquí y allá remarcan un agradable ambiente de fresca umbría.
En una descripción del lugar no podría faltar hablar del gran recuadro central formado por setos de boj…los cuales se cruzan en el punto medio, donde una fuente (columna y pila de granito) se alza solitaria. Otra peculiaridad del lugar es que los senderos están pavimentados de ladrillos… ya desgastados de tanto ser pisados. Hay grandes árboles, tanto ornamentales como frutales (almendros, kakis, higueras…). Hay también arbustos con o sin flores y todo el conjunto exhala olores de verdor y frescura que te dejan el espíritu relajado, justo lo que hace falta en el centro de una gran ciudad como Madrid.
El Jardín del Príncipe de Anglona es un lugar que invita a leer, en el que la paz reina y el entorno reinante invita a bajar la voz, respirar hondo y disfrutar de ese momento de tranquilidad. Hagámoslo.