El Safety Center de Volvo: dos décadas trabajando para salvar vidas

No desvelamos ningún secreto si decimos que Volvo es líder en seguridad. El compromiso ha quedado claro a lo largo de la historia. Aquí contamos cómo uno de sus ingenieros, Nils Bohlin, inventó en 1959 el cinturón de seguridad tal y como lo conocemos ahora, o de qué forma la empresa sueca tiene su particular CSI para accidentes.

Otro de los aspectos clave que refuerza este hecho es que la compañía creara en el año 2000 el centro de investigación y laboratorio de accidentes de Volvo. Conocido internacionalmente como el Safety Center, y situado a las afueras de la ciudad de Gotemburgo, este centro es una instalación multifuncional que permite a los ingenieros de Volvo recrear accidentes de tráfico con el fin de descubrir cómo y por qué ocurren. Esto se hace mediante sensores de alta tecnología en todo el vehículo, y en los maniquís que se utilizan simulando a personas, que son los que registran cada detalle para que después los ingenieros puedan estudiar los resultados y desarrollar cualquier tipo de tecnología que ayude a minimizar daños.

El laboratorio tiene dos pistas de prueba donde se realizan choques de hasta a 120 km/h (con todos los ángulos y tipos de colisión), y una zona exterior donde lanza vehículos desde una altura de 30 metros para medir los daños en casos de choques extremos. Volvo realiza una media de 400 crash test cada año, al menos un vehículo al día.

Thomas Broberg, ingeniero de Volvo, destaca que el Safety Center es uno de los centros de investigación más avanzados del mundo: “Esperamos que nuestro trabajo inspire a otros a seguir nuestra ambición de reducir las víctimas de accidentes de tráfico en todo el mundo”.

Sin duda, este trabajo de Volvo ayuda a la marca a superar los límites y a mantenerse como un referente mundial en la seguridad del sector de la automoción. El objetivo de Volvo es que ninguna persona muera o sufra lesiones graves por causa de un coche de nueva generación.