Sistema de frenado en los cruces
Funciona como una ampliación del sistema de frenado autónomo. Así funciona el sistema de frenado con el que va equipado el Volvo XC90. Una de las peculiaridad del sistema es que permite al coche frenar por sí solo… incluso aunque el conductor esté, en ese momento, despistado. Al ponerse en funcionamiento, el coche se detiene, o, al menos, reduce la posibilidad lo máximo posible. De este modo, el coche intenta evitar un riesgo de colisión, en el caso de que hubiera otro coche delante. También, al incluir un sistema de reconocimiento de ciclistas o peatones (para el caso, por ejemplo, de que hubiera un ciclista parado delante de nosotros y no reaccionáramos a tiempo), el coche puede frenar y evitar el accidente.
Otra de las principales novedades de este sistema es que, ahora, puede reconocer también los vehículos, ciclistas y peatones que se aproximen en una trayectoria transversal o bien en sentido contrario y es capaz de estimar si la trayectoria de la otra parte se va a cruzar con la que vamos a llevar nosotros al pasar el cruce. En este caso, el coche frena automáticamente.
Con respecto a su modo de operar, el sistema de frenado autónomo muestra al conductor, en el salpicadero de su coche, una alerta de riesgo de colisión. Inmediatamente, el coche se pre-frena, lo que permite reducir al máximo el tiempo mínimo de reacción por parte del conductor. Al mismo tiempo, se tensan los cinturones de seguridad y el coche frena con decisión y precisión.