Un mundo de coches autónomos, un mundo sin atascos
¿Es fin de semana? Atasco, ¿es hora punta? Atasco, ¿es hora de salir del trabajo, o de entrar? Atasco. ¡En cuántos atascos nos vemos envueltos a lo largo de la semana! ¿Tiene solución? Si, pero todos los conductores deberíamos ponernos de acuerdo.
Los atascos tienen más que ver con la coordinación de los conductores que con el número de vehículos en circulación. Por ejemplo, cuando el semáforo se pone en verde, cada conductor se pone en marcha a su ritmo, los hay más despistados y los hay más avispados, y esa falta de coordinación es ya motivo de pequeñas caravanas en la ciudad.
Aquí os mostramos un simpático video que nos muestra los principales motivos congestión en la carretera:
En el caso de las autopistas, donde los atascos deberían de ser algo poco común, la razón es diferente. La mayoría de las veces tiene que ver con la velocidad de los coches y la distancia que se mantiene de unos a otros. Si todos condujésemos a la misma velocidad y distancia, los atascos serían un caso extraño en este tipo de vías. Pero es difícil que todos los conductores se pongan de acuerdo.
Cambios de carril, frenadas, aparcamientos indebidos, accidentes… son otras de las causas, todas relacionadas con la falta de coordinación y a la conducción irregular.
Nosotros, los conductores, no podemos comunicarnos c
orrectamente, o no nos molestamos en hacerlo, y aquí es donde los coches autónomos muestran su mayor ventaja. Ellos sí pueden coordinarse para mantener la velocidad y distancia en la carretera.
En un mundo en el que solo existiesen coches autónomos, no existirían los atascos.
La conducción autónoma y la conducción manual no tiene porqué ser incompatible, a mucha gente le gusta conducir, de hecho, el 90% de los encuestados en “The Future of Driving“ de Volvo, creen que los coches robotizados deben respetar el gusto por conducir, una posibilidad que ofrece el El Volvo Concept 26, que modifica el interior del vehículo al pasar de la conducción manual a la autónoma, y viceversa.