Vacaciones ¿Low-cost, o high-cost?
“Nos vamos a casa de mi madre, al pueblo”. Esta frase suena tan low-cost… “Este año, nos dejamos de destinos exóticos, y con el coche vamos a todas partes”, otra. La pregunta es si realmente es una opción de verdadero bajo coste.
¿De qué depende el consumo de nuestro vehículo? Bueno, mucho de ello se aprende en el teórico del carné de conducir, pero quizá es un buen momento para recordarlo, y añadir algunas notas.
El modo ECO en los nuevos Volvo puede ser de gran utilidad cuando lo que queremos es conseguir ECOlogía y ECOnomía. Por ejemplo, el V40 Cross Country Diesel tiene la relación entre potencia y consumo más favorable del mercado. Con la tecnología i-ART que inyecta exactamente lo que cada uno de los cilindros del motor precisa, y nada más, se consiguen consumos medios POR DEBAJO DE 4 litros/100Km. En las pruebas: 3,3.
La conducción eficiente es un deber y un ahorro. Efectivamente, existe un modo de conducción que ahorra combustible. Vamos a repasar algunos puntos:
Arranque: nada de dar golpes de acelerador al arrancar. No son necesarios. En los motores de gasolina, iniciar la marcha cuanto antes. En los diesel, aguardar unos segundos.
Inercia: aprovechar la inercia del propio vehículo es la mejor forma de ahorrar. Es evidente que si vamos cuesta abajo, no es necesario acelerar. Pero, al salir de una cuesta abajo e iniciar un ascenso… ¿qué debemos hacer? Aprovechar la inercia del vehículo e iniciar paulatinamente una aceleración teniendo en cuenta el final de la cuesta. Es cierto que al llegar arriba quizá el coche vaya algo lento, pero nos hemos ahorrado unos céntimos.
Previsión: Procura tener visión de varios vehículos por delante del precedente. Por ejempo, si se nos abre un semáforo, pero el siguiente se acaba de poner en rojo… ¿cómo ahorrar combustible? Dejando que el vehículo vaya con su propia inercia hasta la parada. Acelerar para tener que frenar es absurdo. Por el mismo principio, si vemos que hay retención delante pero empieza a moverse, calcula la velocidad para llegar a la distancia de seguridad del precedente cuando ya arranque. Poner en marcha el vehículo desde la situación de parada es mucho más costoso que si solamente tienes que ajustar la velocidad.
Marchas largas: En conducción manual, nadie te va a pedir que subas una cuesta en quinta, pero muchas veces queremos potencia a toda costa, aunque no sea necesaria. Aunque en el fondo estemos generalizando demasiado, recuerda lo que una vez te enseñaron: primera, para arrancar, máximo 2 segundos, o 6 metros. Segunda, marcha muy lenta, cuestas pronunciadas y algunas rotondas complicadas. Tercera: lo ideal es que sirva de transición a las más largas. Cuarta, cualquier recorrido si no se requiere otra. Quinta, recorridos largos y con poco desnivel. Sexta: el objetivo a conseguir siempre que sea posible. RECUERDA: Cuando la marcha esté agotada… ¡cámbiala! y cuantas menos revoluciones, mejor.
Sobrecargas: el perro, la abuela, cacharros para cocinar, productos de la tierra, juguetes gigantes de los niños, aparatos, botellas llenas… todo pesa. Todo. Recuerda esta norma: peso = consumo = dinero. Mucha puede ser la diferencia. No lo olvides. Y elige bien qué te llevas.
Obstáculos aerodinámicos: no es necesario ser ingeniero aeronáutico para saber que una ventanilla abierta o llevar algo en la baca, o la baca sin carga supone un freno a la marcha, y por lo tanto, más consumo.
Presión de los neumáticos: es alucinante la diferencia de consumo entre unos neumáticos con el inflado correcto y otros con un inflado no apropiado. Además del riesgo de reventón, el consumo puede variar en bastantes euros. En casi todas las gasolineras existe una toma de aire (mejor o peor mantenida). El momento ideal es después de parar para tomar algo rápido y antes de emprender la marcha.
Indicadores: Procura viajar con el indicador de consumo a la vista. Nos puede dar una pista tanto de nuestra forma de conducir como de si existe algún problema con el vehículo. En los que esté disponible el modo ECO, no dudes en usarlo. No solamente es un buen indicador, sino que también tiene un poder formativo importante: nos educa en la conducción eficiente. Tómalo como un premio si lo consigues.
El aire acondicionado: ya hemos hablado de él, pero desde el punto de vista del consumo, recuerda que se trata de una energía que parte de la que recibe el motor. Con eso lo decimos todo. Pasar frío es una ruina. A bordo, ropa ligera y aire agradable.
Planificación: una vez más, la correcta planificación del viaje evitando aglomeraciones, buscando pistas en las que usar marchas largas y sorteando cuestas pronunciadas es decisivo. En la economía, también.
Por último: la correcta REVISIÓN de tu vehículo es lo que más te puede hacer ahorrar. Un coche descuidado consume mucho más. Contacta con el servicio post-venta haciendo CLIC AQUÍ y pide cita si quieres evitar que tu coche vaya soltando billetes por el camino. Por cierto, encontrarás una pestañita muy sencilla que pone “¡Quiero que me llamen!”. No tienes excusa.
Que tengas unas felices y económicas vacaciones.