Viaje al interior del Nuevo XC90
Lo primero que ves son los detalles. Como cuando estás a punto de ser padre y te fijas en eso en lo que nadie se había molestado en ver en tu criatura. Poco a poco vas haciéndote una idea de lo que es, en su conjunto, un ser perfecto para la carretera. Solamente podemos acceder de momento al espacio interior del próximo XC90, pero cada detalle emociona.
La robustez del cuero, el lujo de las mejores calidades, el amor de lo hecho a mano, y hasta el sistema de audio dejan claro que la teoría de la evolución de las especies, es real. Enhorabuena, Mr.Darwin. Si hubiera visto el interior, el ADN de esta especie casi animal, entendería que detrás de cada detalle se esconden piezas pensadas, diseñadas, construidas y probadas pensando en el ser que complementa, casi en simbiosis con la máquina, a este canto a la perfección. Dicho de otro modo, estamos hablando del interior más lujoso que VOLVO ha creado jamás.
Es fácil ser perfecto cuando se es cuadriculado, simple. Añadir estilo, diseño y hacerlo un lujo está reservado a los más grandes. Hay que ser sueco para eso. Y encima, escalable. Sí. Leo en la nota de prensa: “El nuevo XC90 es el primer Volvo que usa la SPA (Scalable Product Architecture –Arquitectura Escalable de productos) la cual permite crear una gama mucho más amplia de posibilidades de diseño, mejora la facilidad de conducción y permite la implementación de las últimas características de seguridad y tecnologías conectadas a los coches, al mismo tiempo que permite disponer de un mayor espacio interior.” Toma ya. En verano podremos ver más. Enorme la tortura de esperar.
Y si tienes un dedo, tienes el planeta. Un tablero táctil de última generación es el centro de control del vehículo y del entretenimiento a bordo. La integración con internet es total. Escuchar radio on-line, tus playlist en la nube o el podcast de tu programa favorito mientras conduces cómodamente y con la máxima seguridad, será tu día a día.
Envidia. Siento sincera y completa envidia de cualquiera de los que decidieron, y pudieron decidir que la palanca de cambios sería en cristal de Orrefors, o un mando de volumen tallado en forma de diamante. Envidia de quién pensó sus formas, su tacto, sus sensaciones y las pensó para enamorar al que se sienta en sus sillones. Porque son sillones.
Sí. Tiene un punto casi hedonista ser capaz de hacer disfrutar tanto de las sensaciones. Los diseñadores han tenido carta blanca… para pensar en ti.